Datos, más datos, fórmulas, información, más información y… ¿Cómo pretendemos de esta forma que los más pequeños estén atentos en clase?
Imagínense un monólogo aburrido y deteriorado durante cinco largas horas, y encima un monólogo que comienza nada más levantarse….uffffff….Creo que sólo de pensarlo se me abre la boca.
Y es que a veces es muy complicado o creemos que es muy complicado hacer que una clase sea divertida, pues, si nos paramos a pensar nuestros maestros percibieron una educación tradicional y estos a la vez fomentan una educación tradicional, de esta forma nuestros futuros maestros serán tradicionales en la enseñanza y así, sucesivamente….
La inclusión en el aula
Nuestra forma de pensar, de comportarnos frente a los demás, nuestra forma de vestir, de caminar, de mirar, nuestros rasgos faciales….todo ello y mucho más nos hace diferente al resto, así como, nuestra forma de aprender, de ver el mundo o de experimentarlo, siempre lo hacemos desde una perspectiva única.
Como seres únicos debemos respetar esa diversidad que existe en nuestro entorno. Debemos conocer y darnos a conocer tal y como somos, pues no se trata de que seamos maquinas con un fin común, sino, más bien, seres únicos con ideas únicas y gustos únicos.
La vida en el aula no es más que el reflejo de lo descrito anteriormente.
Como seres distintos, cada uno de nuestros alumnos presenta necesidades distintas, y en ningún caso, esto es un aspecto negativo, al contrario.
Hay alumnos más tímidos, otros más rezagados, otros más inquietos, otros más habladores, otros con mayores dificultades para aprender y una larga lista de etcéteras tan inmensa como alumnos hay.
Lo importante es que todos ellos forman un colectivo de aprendizaje único, se conocen, se adaptan y valoran a su igual con sus defectos y virtudes. De todos podemos aprender y a todos podemos enseñar. Respetar la variedad nos hace seres más capaces. A mayor diferencia, mayor diversidad, mayor riqueza.
Esta diversidad no solo aporta riqueza al alumno sino que también lo hace en el aula al profesor, y a todos aquellos que conforman el contexto del mismo.
“Herramientas para aprender”
Para adaptarnos a las necesidades de cada uno de nuestros alumnos debemos tener en consideración que cada persona es única. Cada niño aprende en un contexto distinto, con unas situaciones distintas y con una perspectiva distinta al resto y todos estos factores además de muchos otros también son influyentes en el aprendizaje, es por ello que necesitamos adaptarnos a cada alumno de una manera única.
Es importante buscar herramienta didácticas que favorezcan el aprendizaje, y es que aprendemos de lo que hacemos, de lo que vemos, de lo que tocamos, de lo que probamos…y no sólo de lo que escuchamos.